CUANDO EMPIEZAS A FIJARTE EN ALGUIEN

Cuando empiezas a fijarte en alguien y tus hormonas se inquieta cada vez que hablas por celular con esa persona, y paras sonriendo por las calles e incluso las personas que pasas a tu alrededor dejan de existir, los saludos de los amigos que son dirigidos para ti, pasan desapercibidos.

Todos los días son maravillosos y decides invitar a esa persona que empieza a gustarte y lógicamente estas ilusionado, todo quieres que te salga bien, pero no cuentas con pequeños detalles que podrían hacer de tu cita una de las peores. Aquí dejare algunas cosas que pueden matar una cita perfecta.

- Una llamada inoportuna: Están en medio de una conversación de lo más amena. Ambos sienten una conexión increíble…pero de pronto suena el teléfono. Ves el número y cortas la llamada. Insisten…. Te dicen que contestes, que no hay problema. No quieres. Sabes que se viene lo peor, pero te sientes obligado a hacerlo. Es esa “otra persona” a la que estás afanando. o tu mejor amiga con la que tejuelas muy cariñosamente . Te pones nervioso. La conversación se escucha. Y todo se arruino, en otras palabras la KGST.

- Una ‘cabeceadita’: Tú acompañante sales del Trabajo y está muy

cansada. Y como la cita tiene que continuar se van al cine Pacífico. La película está en su momento crucial. En la parte más emotiva. De pronto, se escucha un sonido. La gente voltea para saber de dónde proviene. Es tu acompañante, completamente dormido y roncando con furia. Y por su fuera poco te está babeando en el hombro. Jajajja

- Error de cálculo: Están en una cena romántica en un restaurante lleno de gente. Por suerte hay una mesa o reservaron una mesa con tiempo. Tu acompañante se ha esmerado un montón en lucir de la mejor manera para esta primera cita. Traen la comida y la bebida. Tú intentas ser atento…pero cometes un gravísimo error de cálculo y todo termina en la ropa (nueva) de tu pareja.

- Tu impertinente aparato digestivo: Un gas o un eructo, ambos igual de inoportunos, pueden dejar

un rancio aroma en un ambiente en el que, en teoría, solo se debería respirar amor.

- El yo –yo: No. No se trata del jueguito de nuestra niñez sino de un enorme narcisismo que de lo único que te hace hablar es de ti y de ti y de ti y de ti… A lo Hugo Chávez, ¿Por qué no te callas?

- La ley del ex: Sí, sabes divertirte. Has hecho muchas cosas. O mejor dicho, tú y tu ex han hecho muchas cosas. Y cada vez que aparece un nuevo tema, también aparece el o la ex. Al final, luego de la cháchara, lo único cierto es que quedarás como el (la) ex candidato a nuev@ novi@.
Los malos modales: No eres seguidor fanático de Frieda, pero algo de educación tienes en la mesa. Lamentablemente, tu acompañante no ha escuchado hablar de los buenos modales ni en broma: mastica haciendo ruido, habla con la boca llena, se limpia con la manga de la chompa.
Adiós, despedida y si alguna vez te vi, ya no me acuerdo.

Y tu alguna vez haz pasado por todo esto?...!!